El modelo de software como servicio (SaaS) es un modelo donde más significa más, donde cada nuevo usuario que comienza a utilizarlo genera mayor valor para el resto de usuarios, donde las economías de escala que aprovecha el proveedor al ampliar la base de clientes produce un círculo virtuoso que, vía unos menores costes, atrae a nuevos clientes, y donde las nuevas formas de retribución y las expectativas de un mercado en expansión seducen a un canal cuya entrada tendrá un efecto multiplicador sobre la difusión del modelo y por extensión sobre su uso.